Nos dejamos llevar por la pasión, la lujuria, el placer, y no nos paramos a aprovechar esos pequeños momentos que nos hacen felicices, los dejamos pasar y luego nos arrepentimos, los buscamos y ya no están, se quedan en simples recuerdos. Todo pasa en un abrir y cerrar de ojos. Tenemos tanta prisa, que no vemos lo que tenemos, aunque lo tengamos delante. Quizá no los aprovechamos porque pensamos que siempre que queramos repetir solo tenemos que buscarlos y los encontraremos pero nos equivocamos.

Disfruta de cada momento, porque todas las emociones son pocas.